La masturbación, ¿un tema tabú?

La masturbación ha sido tabú y actividad vergonzante, pero no siempre fue así. En la antigüedad, en algunas culturas -como en Egipto o en la Mesopotamia– la masturbación fue un acto común, privado la mayoría de veces, pero ni mucho menos denigrante. Por ejemplo, en la Grecia Clásica, los espartanos lo condenaban a la masturbación -porque era un ejército que tenía que luchar y reproducirse-, pero en cambio, los demás griegos lo consideraban como algo divino. 

Más adelante, en los inicios del cristianismo, la masturbación cayó en desgracia, porque era una práctica condenable -un pecado antinatural- como cualquier otro tipo de sexo no reproductivo. Y así, fueron pasando los siglos hasta llegar a la actualidad, donde a pesar de ser una de las prácticas sexuales más comunes y un comportamiento totalmente natural, aún es tema tabú

Autoestima

La autoestima es el conjunto de opiniones sobre uno mismo, que se va construyendo en la pubertad, es decir, a los 11 o 12 años. En la infancia, el niño es egocéntrico -no hay tanto el interés por el otro, sino lo que él experimenta y va descubriendo-, pero cuando llega la pubertad es cuando aparece el interés por los demás -la empatía-, y aquí aparece la fantasía, algo muy importante para llegar a la plenitud de la sexualidad, que no tiene por qué implicar 100% orgasmo.

Si hablamos de autoestima, también hablamos de autocrítica, de cómo hablo de mi propio cuerpo. Si la autoestima es adecuada, se crea un mensaje subconsciente: somos capaces de amar y de ser amados. No podemos tener una sinceridad con los demás si no nos conocemos suficiente, si no descubrimos totalmente nuestro cuerpo, nuestra satisfacción -y con ella, las zonas de placer y sus límites-. De hecho, sólo así seremos libresEl sexo nos conecta con nuestro interior y con el presente intensamente. Para poder disfrutar, nos tenemos que dejar llevar hacia nuestros sentidos, hacia lo que percibimos en cada momento. 

Por qué nos masturbamos

El autoherotismo y la masturbación van muy ligados. En ambos siempre el placer debe ser la palabra central, y este se puede conseguir a través de una gran variedad de comportamientos de actividad sexual: el deseo está vinculado con la sexualidad, pero no solo a ella. En realidad, se puede sentir con una caricia, con un abrazo, etc. 

Entonces, existen distintas razones para masturbarnos:

  • Es preventivo contra el cáncer
  • Te ayuda a mejorar las relaciones sexuales al mejorar los músculos pélvicos: es como ir al gimnasio
  • Nos favorece la relajación  y el bienestar: es como un analgésico. una paz interior
  • Fortalece nuestro sistema inmunológico: liberamos nuestros transmisores y nuestro organismo está mucho más preventivo
  • Nos ayuda a dormir. Nos relaja
  • Es bueno para el autodescubrimiento y para mejorar la autoconfianza de uno mismo respecto al sexo
  • Para mantener los genitales sanos: estar activos rejuvenece

Técnicas de masturbación

  • Centrarte en el clítoris y tocarlo con el dedo, luego comienzas a frotar hacia arriba y hacia abajo. Primero puedes hacerlo hacia un lado y cuando estés preparada, puedes estimular directamente sobre el clítoris una vez haya pasado el tiempo adecuado para que no sea algo brusco.
  • Utilizar la caricia larga y lenta usando uno o más dedos, de forma ligera y suave, por el centro de tu vagina y clítoris, de abajo hacia arriba con un recorrido largo. Escucha tu cuerpo para sentir cuáles son las áreas que provocarán más placer y mientras las tocas, experimenta con movimientos rápidos y lentos, así como con más y menos presión.
  • Otra técnica es utilizar de lado a lado e intentar cambiar de dirección en cuanto a los movimientos, empezando por tu clítoris y frotando de un lado a otro. Algunas mujeres prefieren no tener un contacto directo sobre el clítoris, mientras que otras prefieren un contacto más intenso. Por ello, puedes ir aumentando la intensidad de forma gradual.
  • El movimiento circular con todos los dedos es una de las más utilizadas y eficaces, ya que para realizarla es necesario usar los cuatro dedos frotando toda la zona y no solo el clítoris. Y aquí encontramos el punto U. Muchas mujeres parecen no haberlo encontrado. No obstante, esta forma puede resultar bastante placentera y su estimulación puede provocar orgasmos muy intensos.
  • El chorro del agua es uno de los más placenteros. Es sin dedos, pero provoca una increíble sensación y lo único que necesitas es un grifo para dirigir el chorro sobre la vagina. Puedes experimentar lo que te produzca un mayor placer y acompañarlo con el toque de los dedos o la penetración. Y si no eres de ducharte y prefieres un baño relajante, puedes llevar tus juegos a la bañera o bien tocarte de diferente maneras para disfrutar de tu cuerpo.
  • El sobre la almohada es otra forma que da mucho placer. Es simular que tienes relaciones íntimas con la almohada. Otra variación de este es coger una toalla y enrollarla para después colocarla sobre una silla. Una vez colocada, puedes sentarte encima y frotar para sentir placer. También puedes utilizar otras superficies colocadas en objetos similares a una silla.
  • El apretón consiste en presionar el clítoris con el dedo índice y el pulgar. Después puedes realizar movimientos repetitivos alrededor de éste, por ejemplo, mientras un dedo va para un lado y el otro para otro. Otra variación más compleja sería una vez presionar y jugar con los movimientos alrededor del clítoris, tratar esta zona como si fuera un pene pequeño y realizar movimientos de masturbación masculina. En ésta las distracciones aparecen más fácilmente y por ello, hay que combinarlas con otras.
  • El sobre de los labios, es decir, frotar y estimular con los dedos la zona de los labios vaginales. Es como un juego preliminar para la masturbación, ya que puede que directamente no te lleve al orgasmo pero es una excelente manera de desarrollar una técnica de masturbación mucho más intensa. Hay muchas formas de estimular el labio vaginal.
  • El de la meditación orgásmica es una forma de masturbación que requiere a otra persona para que se masajee el clítoris. La persona no se centra en la respiración, sino en las sensaciones del clítoris en el momento presente.
  • El collar de perlas, donde puedes sentarte sobre tus rodillas y hacerlo de pie. Solo tienes que colocar el collar entre tus piernas y moverlo hacia delante y hacia atrás. 
  • Una de las que más gusta es el de la penetración, que es estar acostada en la cama, levantar las rodillas y abrir las piernas. En esta posición puedes penetrar tu vagina con el dedo medio y el índice para simular la penetración de un pene y, una vez dentro, puedes estimular el punto G.
  • Otra muy popular es la de con el vibrador, o bien con dos vibradores a la vez, pero aquí es muy importante la coordinación. Es seguir las instrucciones anteriores, pero con un vibrador. También se pueden utilizar vibradores caseros, como una hortaliza, aunque aquí la higiene es muy importante. También hay la opción de un gel lubricante.
  • Piernas cruzadas, que consiste en acostarse y relajar las piernas y después apretar los músculos y poner los dedos de los pies en la punta y cruzarlos, utilizando las rodillas para subir y bajar, manteniendo la vagina apretada mientras notas la estimulación. 
  • Otra muy divertida es colocar pinzas de pezón en los pechos mientras te masturbas, simulando así una práctica sexual extrema.
  • La masturbación anal puede llevar a experimentar orgasmos mucho más intensos si aprendes a tocarte de forma mucho más intensa.

Algunas curiosidades sobre la masturbación

  • Los hombres que lo hacen más de cinco veces a la semana tienen menos probabilidades de desarrollar cáncer de próstata. 
  • El 95% de los hombres se masturban, mientras que las mujeres lo hacen en un 89%. Prácticamente, la mitad de la población lo hace diariamente.
  • El 53% de las mujeres que se masturban utilizan vibrador. En los hombres el porcentaje es del 17%.
  • Se masturban con más frecuencia aquellos que tienen relaciones sexuales con frecuencia. 
  • El orgasmo producido en la masturbación es más fuerte que el producido en una relación sexual en pareja. En el caso de las mujeres, se alcanza el orgasmo a los 4 minutos, mientras que en una relación se alcanza a los 15-20 minutos.
  • Los hombres son un 6% más ansiosos para autoestimularse que las mujeres.
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